La loca aventura de Fede, el Chavo y el Titanic

Érase una vez un joven llamado Federico Vigevani que vivía tranquilo en su casa, hasta que un día, por pura curiosidad, decidió comprar un payaso en la deep web. No sabía que esa decisión cambiaría su vida para siempre.

Después de eso, un barco grande llamado Titanic llegó y llevó a un señor llamado Juan hasta Veracruz. No solo eso, también ayudó a llevar a un niño muy famoso, el Chavo del Ocho, hasta Canadá. Fue un viaje muy raro y lleno de aventuras.

Luego, unos días después, mientras caminaban, vieron una tienda llena de cosas brillantes y raras. No pudieron resistirse y se robaron muchas cosas, después los atraparon muy rápido por haber cometido ese robo, y como castigo, los llevaron a la cárcel.

Allí, no les dieron comida normal: ¡los obligaron a comer guisantes! Era tan difícil comerlos que todos terminaron súper llenos y cansados.

Al final, cuando ya pensaban que nunca saldrían, llego una princesa valiente a salvarlos. Luchó contra los guardias y abrió las puertas de la cárcel. Después de rescatarlos, los invitó a su reino a una fiesta con juegos y música.

Fue así como terminó la aventura de esos dos amigos