Caperucita Rosa
- Edgar
- 13 abr
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 28 abr
Había una vez una niña que se llamaba Caperucita Rosa. Ella a veces visitaba a su abuelita, aunque no sabía que era una bruja que preparaba pociones.
Un día Caperucita decidió ir a casa de su abuela. El camino era aterrador, atravesando un bosque oscuro, mientras el lobo la seguía sigilosamente.
Cuando finalmente llegaron a la casa, Caperucita descubrió a su abuela haciendo pociones. El lobo, siendo muy curioso, se bebió una de ellas, que lo condenó a llorar para siempre.
Se dice que hasta la fecha el lobo no deja de llorar.
FIN

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