El lobo y la poción
- Alison
- 13 abr
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Actualizado: 29 abr
Había una vez en un pueblo vivía una niña llamada María y le decían Caperucita Rosa porque siempre llevaba una capa rosa. Un día le dijo su mamá:
“Te llevas esta canasta con galletas a tu abuelita”.
Entonces Caperucita Rosa fue a llevarle la canasta a su abuelita enferma, pero en el camino se encontró a un lobo llorando y le dijo Caperucita:
“¿Por qué lloras?”
Y le respondió el lobo: “Me tomé una poción mágica y me duele mucho la panza”.
“¡Ay, pobrecito!” le dijo Caperucita Rosa. “Voy a dejarte esta canasta a mi abuelita que está enferma, acompáñame y estando ahí te tomas un té para que ya no te duela la panza”.
Entonces le dijo el lobo: “Por aquí hay un camino más corto”.
Caperucita confió en el lobo y caminaron juntos hasta llegar a la casa, sin ningún problema porque el lobo resultó ser muy amable con ella.
Llegaron a casa de su abuelita y al ver al lobo llorando, le preparó un té. Gracias a ese té el lobo se sintió mucho mejor y le agradeció a caperucita y a su abuelita por ayudarlo.
Para celebrar se fueron al parque de diversiones y vivieron felices para siempre.
Nunca se supo que tenía la poción que se tomó el lobo para ser tan amable.
FIN

vivieron felices para siempre.
Que chido cuento no me imagino que tiene la poción
Jazmin